sábado, 24 de agosto de 2019

Lo que escribí cuando no debía escribir(te) IV

Hoy me apetecía escribirte, porque sí, porque por qué no. Porque el día que nos conocimos me dijiste que antes de que llegara septiembre tú y yo seríamos amigos, porque querías que te llevara a un sitio. El destino, el universo, el karma o quién coño sé yo, quiso que nos lleváramos demasiado bien durante un tiempo, liando las cosas, liando la vida. Para luego nada, y volvernos a liar de nuevo.

Hoy sé que lo que te vendí como lo más divertido del mundo no se va a celebrar, y puede que sea ese quién coño sé yo que quiso que nos cruzáramos para luego desconocernos el que haya decidido que este año no, que no venía bien, que ya no nos llevamos bien. O sí nos llevamos bien, pero no sería lo apropiado.

Hoy quería hablar contigo, sin más, sin segundas intenciones, solo me he acordado de ti. Pero sé que no, que por qué, que para qué; que no es lo correcto ni lo más ético, pero es que fíjate que a mi esas cosas dejaron de importarme el día que tus ojos verdes me dijeron "me gustas"; que no sé qué me pasa, que no quiero que me pase.

Hoy estoy confusa, y es la primera vez que me pasa porque siempre suelo tener las cosas claras, y ahora no. Ahora deambulo y fluyo buscando y esperando a ver qué pasa.

Y espero que no pase nada, que no vuelva a pasar nada. Pero en realidad quiero que pase de todo.

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