martes, 17 de diciembre de 2019

Confesiones XVII

"Es que hoy estoy cansada, es que hoy me siento débil. 

No me puedo encontrar fuerzas para lo que viene".


El pasado siempre vuelve. Los miedos y las inseguridades vuelven, el dolor vuelve.
Pensé que alejarme iba a solucionar las cosas, pensé que un año fuera de esta jaula iba a hacer que me recuperara del todo. Pero no, fui ingenua al pensar que podría huir de mi propia casa.

Siento otra vez ese dolor en el pecho, esa insatisfacción por no pertenecer a ninguna parte, sentir que no hay casa y familia a la que escapar, porque realmente es de lo que huyo. Mi zona de confort se ha vuelto a convertir en ese lugar al que nunca quiero regresar.

No sé qué hacer, no sé qué tengo que hacer, solo quiero correr e irme lejos donde nadie me encuentre.

Quiero alguien que me entienda, alguien que me quiera, alguien que me cuide, alguien que no me obligue a vivir donde y con quien no quiero; quiero una madre que sepa ser madre, una que no sea egoísta ni chantajista; quiero una familia, como la que tenía antes; quiero sentirme protegida en mi casa, y no una extraña entre tanta gente; quiero un sitio en el que pueda y me dejen ser yo misma.

Siempre me han dicho que soy fuerte, que nunca me caigo, que puedo con todo... Pero esta vez es diferente, esta vez no quiero luchar, solo dejar el pasado (o el presente) atrás y no volver a saber nada de él, ni de la gente a la que implica.


Adivina, adivinanza. Corazón no late y parece romperse.
Muerte.
Siente que no quiere seguir bailando, que lleva toda su vida luchando. 
Se siente como el salmón que se agota de nadar contracorriente.
(...)
El dolor es un hilo muy fino que si lo extiendes terso corta, 
como el cristal de un vaso roto,
y ya me da igual si medio lleno o medio vacío.
(...)
Llevo toda mi vida esperando a que ganen los buenos,
pero quizás sea demasiado niña para entender el cuento.
Solo sé que a veces yo soy mi propio precipicio,
mi eterna caída.
(...)
La sangre que supone morderse la lengua en un llanto,
cuando no tienes una almohada a la que regar antes de un sueño.
No duermo.
No soy nadie.
No soy suficiente.
No soy.
No.
Duerme.