lunes, 28 de enero de 2019

"Si me preguntaran qué quiero ser de mayor, respondería con tu nombre"

Para el mejor de los mejores.

Hola, papi:

Esto es una carta para ti, como esas que antes escribía con papel y boli, y las quemaba para que se las llevara el viento creyendo que así te llegarían. Supongo que ahora me he vuelto una moderna y me manejo mucho mejor con el ordenador y su teclado, es lo que tiene ser millenial.

Venía a contante muchas cosas, unas buenas y otras no tanto, aunque todo depende de la perspectiva con que lo mires.
Mi último año lo protagoniza una de las mejores experiencias que he vivido y viviré en mi vida. Irme lejos de casa, de hogar, me hizo ver y entender muchas cosas. He vuelto siendo otra, más madura, espero.
También me han decepcionado, mucho, muchísimo, hasta el punto de que la decepción doliera. Pero ya no duele, solo tengo cicatrices que me acompañarán un tiempo, o toda la vida, quién sabe. Lo que sí sé es que después de esto no volveré a ser la misma, porque ahora soy más fuerte.
Pero estoy encontrando mi lugar en el mundo, descubriendo qué y quién quiero ser. Me estoy esforzando, estoy peleando, porque así es como me enseñaste que se consiguen las cosas.
Y por último, decirte que voy a terminar la carrera de mis sueños. Sé que no me viste empezarla, pero qué felicidad más grande hubiera sido que pudieras llevar mi foto de la orla en la cartera, presumiendo de hija graduada.

Este año cumplirías 57 años, y tengo la imagen en mi mente de ti abriendo el regalo, como si pasara de verdad, te recuerdo como si nunca te hubieras ido. El regalo, lo más probable, es que fuera un libro (de novela negra, claro), o alguna frikada de cine de las que tanto te gustaban.
Dicen que lo primero que olvidas de alguien es su voz, pero después de 7 años yo aún sigo recordando la tuya, como si me siguieras susurrando cada noche eso de "que duermas bien y que sueñes con los angelitos".

Hay tantísimos momentos en los que te necesito que no podría llegar a contarlos, pero ya no estás, y duele. A veces el hecho de que te hayas ido hace que los momentos felices sean un poco amargos.

Solo espero, con todas mis ganas, que estés orgulloso de mi, que sea la hija que siempre quisiste tener. Yo seguiré esforzándome día tras día en ser una persona que merezca la pena, con criterio propio y con buen corazón, porque así era como yo te veía y así aspiro a ser.

Te echo de menos, siempre.

Con todo mi amor. Andrea.

"Tengo gente que se esconde en las estrellas, y que jamás volverá a bajar. Que me habría hecho astronauta por ellos, pero sé que al final hay cosas que son ley de vida, y otras ley de muerte."