lunes, 24 de febrero de 2020

Confesiones XXI

Texto adaptado de "La Vecina Rubia", que me ha recordado que aunque ahora sea una mala racha, siempre puede aparecer algo o alguien que te haga enamorarte de la vida otra vez. Espero que mi algo/alguien aparezca, y pronto.

Hicimos nuestro un banco de Plaza España. Había muchos, pero solo uno era nuestro. No llevaba nuestro nombre, pero siempre que pasábamos por allí estaba vacío, esperándonos pacientemente.
Supongo que si algún día hubiese estado ocupado, me hubiese puesto celosa, pero eso nunca pasó, o al menos yo no lo vi, porque estaba tan enamorada de la vida en aquella época que no hubiese visto nada, solo le veía a él.
Al final duele darte cuenta que lo más sólido que teníamos era un banco en Plaza España, pero qué de besos, risas, promesas y abrazos nos dimos en aquel banco.
Lo malo que tienen los corazones rotos, es que a veces rompen sin querer a otras personas. Y esa vez me rompió a mi.
Empezar algo sin dejar atrás el pasado es un error, nunca va a salir bien.
Hay personas que no aparecen en el momento de las vidas que tienen que aparecer, y no merece la pena forzarlo. Fue corto, pero intenso, porque siempre que le veía volvía a casa con una sonrisa.
Ya ese banco no va a estar en el sitio que estaba, y supongo que nosotros no volveremos a estar en la vida del otro nunca más. 

sábado, 15 de febrero de 2020

Confesiones XX

Últimamente siento y pienso cosas que no quiero. Las inseguridades florecen, y yo intento ocultarlas porque la razón pesa más, pero también me agota. Me agota estar luchando a contracorriente conmigo misma, con mi cabeza. Siento que soy tóxica. Yo soy el problema. Me quiero demasiado poco.
Tantos traumas del pasado, tanto dolor, han hecho que solo piense que hay algo malo en mí, que en cualquier momento la gente de mi alrededor va a desaparecer porque va a descubrir algo de mí que no le va a gustar. Y estoy cansada de autodestruirme constantemente.
Sé que los pensamientos no son reales, que soy yo y mis circunstancias las que me han hecho pensar así. Pero, aún a día de hoy, me es imposible pensar que todo lo que me ha pasado es culpa de los demás. No. Solo pienso que soy yo, que estoy rota, que estoy mal hecha, que quién iba a ser capaz de quererme.
Solo espero no cargarme nada por pensar de esa manera.

domingo, 2 de febrero de 2020

"Si me preguntaran qué quiero ser de mayor, respondería con tu nombre" II

Hola papi:

Lo primero y más importante de todo, feliz cumpleaños. Hoy serían 58, casi a punto de rozar la sextena, quién los viera.

Tengo muchas cosas que contarte, y la verdad que no sé por dónde empezar. Supongo que lo primero es decirte que estoy trabajando y que me hace muy feliz lo que hago, aunque todas las experiencias se sienten un poco vacías porque no puedo compartirlas contigo.

No me metí a periodismo por la radio, tú lo sabes. Escribir era (y es) mi pasión, y es a lo que quería dedicarme plenamente. Pero los planes cambian, la vida cambia, y las oportunidades también. Estoy conociendo gente interesante y aprendiendo de todos, pero intentando llevarme lo que considero de cada uno sin creer a nadie al 100%, como tú me enseñaste. También estuve en un periódico, y conocí a gente increíble. Ahí aprendí lo importante que es llevarse bien con tus compañeros de trabajo. Ahora no tengo la misma suerte, todo el ambiente es mucho más tenso y competitivo, la gente se mueve por interés. Pero creo que podré con la situación, aunque al principio me desmotivaba un poco creo que ahora me estoy haciendo hueco.

Además, me he graduado. Aunque un poco de postureo, porque todavía no tengo el título, pero me hizo la misma ilusión. Soy la segunda de la familia que se gradúa en la universidad, después de ti, y cómo me gusta ir siguiendo tus pasos. Por ti estoy aquí, y ojalá pudieras haberme dicho lo orgulloso que estarías de mi. Espero que lo estuvieras, dado el caso.

Siempre eras quien me animaba a perseguir mis sueños, a hacer y estudiar lo que yo quisiera, y lo más importante es que me enseñaste a tener criterio propio para que nadie me arrastrara, no querías que cometiera tus mismos errores. Todas las lecciones que pudiste darme las llevo por bandera, y espero algún día llegar a parecerme a ti.

En cuanto al amor, bueno... Los dos sabemos que nunca ha sido mi punto fuerte, y sigue sin serlo. He conocido a personas, y aunque no haya salido bien he aprendido algo de todas. Intenté hacerlo lo mejor que pude, y hubo momentos en los que sentí que me estaba fallando a mí misma por otra persona, y eso sí que no podía hacerlo.

Pero no pasa nada, estoy bien sola. Me gustaría que apareciera alguien, porque en el fondo soy una romántica empedernida, pero no tengo prisa. Nadie quiere aprovechar la ventaja de no tener que enfrentarse a un suegro (chiste negro, perdón).

Y mami bueno, en fin, de aquella manera. Creo que no es feliz, que no sabe estar sola y está dentro de una relación que no la ayuda. Pero he intentado hacérselo ver muchas veces, he intentado hablarlo con ella pero es inútil... Siempre acabo yo mal parada, teniendo la culpa de todo cuando son otros, y no es justo. He decidido dejar de entrometerme, centrarme en lo mío y en arreglarme a mi (que falta me hace).

Y por cierto, también tengo que contarte que estoy volviendo a terapia. La cosa volvía a no ir bien, yo volvía a no vivir bien, y ya que nadie en casa ha querido ayudarme me he buscado yo mis propios medios. Pero no te preocupes, de ti he sacado la fuerza y las ganas de vivir, y por mucho que mi cabeza se empeñe en autodestruirme eso no va a cambiar nunca.

Ojalá pudieras responderme. Ojalá volver a escuchar tus consejos, tu risa, e incluso tus broncas. Todavía no me he olvidado de tu voz, y según dicen es lo primero que se borra cuando una persona se va. Imagínate lo presente que te tengo, ocho años después.

En fin, creo que esto es un buen resumen de los últimos 365 días. Desde el anterior 3 de febrero.

Espero que, estés donde estés, lo hagas siendo feliz y cuidándome.

Te echo de menos. Ojalá volvieras. Hasta la carta del año que viene.

Te quiere y te adora, tu niña.