viernes, 17 de julio de 2020

Confesiones XIX ft. La Vecina Rubia

Después de la perspectiva que me ha dado el tiempo y el espacio, y un poquito las redes sociales, me he dado cuenta que jamás fui alguien especial para ti, y eso duele.

Yo creía, o quería que creer, que esa primera noche por Gran Vía en la que nos confesamos hasta que se nos hizo demasiado de día, fue porque de verdad tuvimos una conexión especial. Creía que realmente el destino nos había unido, que conectábamos a la perfección y que no nos aburríamos de estar juntos porque, aunque fuera en un corto periodo de tiempo, teníamos que encontrarnos. 

No pensé que esa era tu habitual manera de apegarte a alguien porque no sabes estar solo, porque necesitas a alguien que te baile el agua para subirte más ese ego que ya tienes de base. Es cierto lo que me dijeron de ti, que "serías capaz de vender arena en el desierto", y a mi me la vendiste a un precio demasiado alto. 

Lo que no logro llegar a entender, es por qué volviste a aparecer, si ya tienes a una "yo" que te llena ese vacío emocional que tienes dentro. Por qué decidiste volver a hablarme para después desaparecer como si nada hubiera pasado. Y lo peor es que por un momento quise tomarme esa cerveza contigo, qué estúpida fui. 

No quiero pensar cuántas más ha habido, ni cuántas veces has dicho a una chica que se tirara a la piscina porque merecía la pena. Me ilusionaste, me hiciste ver qué era lo que buscaba en alguien, cómo quería sentirme y cómo quería que me hicieran sentir. Todo eso, para después darme cuenta que fue una total y absoluta mentira.

Y ahora has vuelto a irte y yo me he vuelto a romper un poquito, porque aunque no quiera admitirlo, tenía la esperanza de seguir siendo alguien especial para ti. Pero para seguir siendo algo, habría que haberlo sido de verdad. 



"Él. El innombrable. El que cuando lo nombras y estás a punto de olvidarlo, aparece. (...) El que cuando vuelve me lo descoloca todo. Como cuando parece que tienes colocadísimo el cajón de las bragas y de repente, sin saber cómo, están todas hechas un gurruño: eso es lo que me pasa cuando él aparece, mi mundo entero se desordena.
Y a todas nos gusta un poquito el caos, pero a veces hay que conseguir tener las bragas en su sitio".