domingo, 5 de mayo de 2019

XX

Durante mi vida he tenido tres madres, tres mujeres luchadoras que me han hecho ser quien soy ahora.

Una de ellas es mi madre, con todas las letras. Fue la persona que me enseñó el significado de la palabra "amor", porque luchó durante casi dos décadas de la mano del amor de su vida, contra viento y marea, para que él no se rindiera. Aunque al final no fuimos felices ni comimos perdices, os aseguro que el viaje, y tener un padre como él, mereció la pena. Ella también me hizo levantarme a mí, y consiguió que volviera a entrar en mi camino cuando estaba tan perdida que me perdí a mí misma.

Otra era su madre, la madre de las madres, quien siendo abuela tuvo que ejercer de matriarca de la familia mientras el futuro se veía muy incierto. Ella me crió durante mis primeros años, me cuidó todas las fiebres, me contó los mejores cuentos, y me enseñó que tenía que decir lo que pensaba sin temor a lo que dijera el resto. La vi vencer a gigantes, y la vi derrumbarse ante una bestia a la que no se podía vencer, pero siempre fue ella, la alegría de mi vida. Por desgracia, también la vi irse, y ella era una de esas personas que merecían ser eternas.


La tercera en discordia, la madre por excelencia, es aquella que sigue siendo madre a pesar de que su único hijo se fue al arcoíris hace algunos años. Todos sabemos que, tarde o temprano, nuestros padres se marcharán, pero jamás esperamos que sea nuestro hijo el que se vaya primero. A ella le pasó, su niño se fue, y siguió aquí luchando, y me gustaría pensar que fue por mi aunque no lo sé. Ahora hay muchas cosas de las que no se acuerda, a veces ni recuerda que su pequeño se tuvo que ir, pero yo estoy ahí para recordarle que de ella nació el mejor hombre del mundo, y da igual si piensa que está o que no.


Ellas han sido las mujeres de mi vida, cada una con sus más y sus menos. De cada una he aprendido algo: valentía, libertad y fuerza. De cada una tengo algo, pero sobre todo siento un inmenso orgullo por estas raíces. 
Feliz día de la madre a las mejores madres que una familia puede desear.


La familia no se elije, esa es la única constante,
pero ni por todo el oro del globo querría cambiarte.



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